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Abordar el tema del Patrimonio y la necesidad de su estudioy protección es tanto como plantearnos la necesidad de la educación y, por tanto, la civilización.
Si tan sólo hace unos decenios hemos empezado a comprender que no hay mejor legado que un ecosistema que no condicione el desarrollo de las futuras generaciones, no mucho tiempo antes percibimos que es mucho más lo que ignoramos que lo que conocemos de nuestro pasado, aun del más reciente, y empezamos a valorar las peculiaridades culturales como parte esencial de nuestra personalidad.
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